martes, 24 de febrero de 2009

Segundo dia

Puede uno pegar media vuelta e irse cuando su hija de 2 años, llora en brazos de otra mujer al grito de mamaaaaaaaa!!!!

Hoy pude, veremos mañana como me va...

Aparentemente lloró un ratito y cuando podía se rajaba para la puerta de entrada (pollitos en fuga), pero que después se quedó jugando.

Vino caminando despacito hacia mí, como si la hubiera puesto en penitencia... espero que encuentre rápido cosas o gente que le guste ahí adentro, así se queda contenta...

La madre? si, debo admitir q tuve que sacar un carilina... y que me pasé la mitad del tiempo de espera cantando "tengo el corazón con agujeriiiiitos...", pero me hago la psicológica de que es lo mejor para ella y vamos viendo que pasa día a día...

PD: al volante nada mal... mientras no me pidan que estacione...

5 comentarios:

El gato vagabundo dijo...

Segui este consejo y veras.

1.- Leccion. Con el auto en marcha, sin tocar el acelerador, anda soltando muy, muy despacito el embrague. Hasta moverlo. Sin acelerador.

Un par de veces va a corcovear como Silver o el yobaca del zorro. No importa, vos segui.

Asi vas afinando el pie, y le vas agarrando la mano a la relacion de embrague-acelerador.

Contame como te fué.

Bandida dijo...

Buena suerte con todo el proceso.
No es facil. Pero beneficia a tu hija ( y a vos, ni te cuento!)

Anónimo dijo...

Las sensaciones que nos genera dejar a nuestros hijos en el jardín mientras los escuchamos llorar es tan angustiante que no dudo que hayas usado más de un carilina.
Ahora, si no aprendés a estacionar bien el que va llorar a moco tendido cuando le raspes el auto va a ser tu marido...
(otra que carilinas, yo te diría que vayas sacando una cuenta corriente en la pastera Bosnia...)

Gran Lady dijo...

Yo tuve que dejar a mi pequeña demonia apenas cumplíó 4 meses. Ahì empezó el "jardín maternal" porque yo tuve que volver a trabajar sí o sí. Ahora está re institucionalizada la pobre. Y te cuento que, si bien me partió el alma dejarla con otra persona; peor me sentí el primer día que entró solita al jardín y me saludó con la manito, como diciendo "andate mamá". La muy guacha hizo la adaptación antes que yo.

Diego dijo...

¡Vamos, todavía! ¡A cortar ese cordón umbilical de un hachazo! ¡A dejarlos volar, que son lo más!

(ok, sí, duele como la puta madre, pero es pa' mejor)