miércoles, 6 de mayo de 2009

Terapia

Mientras espero conseguir un turno con alguna de las psicologas q atiende por medio de mi obra social (que son 3 nada mas) me dieron ganas de ir planteando algunos temas, que podria llegar a plantear en terapia.

Y hoy me anda dando vueltas este tema en la cabeza: cuánto de mi relación con mi marido y mi hija viene dada por la relación de mis viejos entre ellos y para con nosotros, sus hijos?

Mis viejos siempre fueron pareja. Una pareja despareja porque no existio igualdad jamás. Mi viejo hizo que toda la familia se mudara cada vez que decidió cambiar de trabajo (que fueron como 5) y mi vieja, armaba cajas y lloraba en silencio. Creo que nunca ni siquiera sospechó que ahi había una desigualdad. Nunca se le ocurrió que ella podía decir "no". Así estaba y está planteada la pareja... no los juzgo, mas que en mi papel de mujer, por eso suelo culpar mas a mi vieja que a mi viejo de las pérdidas ocasionadas en cada despedida...

Pero aparte de eso, lo que los distingue es que son ellos dos. Si le digo a uno de los dos alguna novedad (como por ejemplo que iba a vivir con mi novio, en su momento) mi vieja lo primero que piensa es en cómo reaccionará mi viejo. Después en como le cae esa noticia a ella. Y por último (si es que se le pasó por la cabeza) como eso va a modificar mi vida...

Hace un par de años, estaba mi mamá sola en la ciudad donde vivo (ellos están a 600 kms de acá) por unos temas médicos y se fue un día antes de mi cumpleaños porque "papi está solo"... no quiero contarles lo asustado que quedó el psicólogo al que concurría en esos días!!! Calculo que nunca había visto salir tanto agua de una persona...

Y eso, a un nivel no sé que tan inconsciente, hace que defina mi relación actual... porque me acuerdo de mí antes de casarme, y si... era un poco mi vieja... corriendo para que tenga la comida calentita y la ropa en orden y mirando con ojitos del gato de Shreck esperando una palabra o gesto de satisfacción... cosa que se quebró... no, se vaporizó directamente cuando nació mi hija

Creo que ahi conecté mi relación hija madre con mi nueva relación madre hija, ahi le saqué el cartel de víctima a mi vieja (por ahi me lo colgué yo un rato, lo admito) y calculo que en ese momento le saqué de plumerazo la corona a mi marido y coloqué delicadamente a mi bomboncito en su lugar...

Mi trabajo es y va a ser encontrar un equilibrio entre los extremos... En eso deberé trabajar con alguna de estas agradables licenciadas, si es que alguna me atiende el teléfono...

3 comentarios:

Canoso dijo...

Querramos o no, mucho de lo que hacemos como integrantes de una pareja o familia, viene dado de lo que supimos absorver en nuestro seno materno/paterno.
Muchos miedos míos son producto directo de los miedos de mi madre, parte de mi autismo y/o alienación, viene dado por mi padre.
Lo importante es poder descubrir esos "mandatos" escondidos (y adquiridos) y trabajar para tratar de eliminarlos o por lo menos, atenuarlos.
Con respecto a algunas actitudes de tu mamá, si me permitís la desubicación de opinar, son simplemente producto de su educación muy distinta de la que vos tenés, donde la mujer estaba en forma incondicional al lado (y para) su esposo.
Seguir a tu padre a todas partes en silencioso llanto te marca el grado de ridícula abnegación que tenían las mujeres de esas épocas, anulando sus deseos y magnificando los de sus maridos.
Vos harías lo mismo? Claro que no.
No hay mucho más que decir.. La vida es así...
Cuando tomé la decisión de separarme, con todo el dolor que eso implicaba, le comenté a mi vieja lo que iba a hacer.
Ella, con la misma mirada de dolor de la Virgen María cuando descuelgan a Jesús del madero, me respondió:
"Que van a decir los vecinos...."
No lo pude entender en su momento pero hoy me río cada vez que lo recuerdo.
Mi vieja es sencillamente divina, sólo que es de otra época....
Tratá de comprender a la tuya y, como dice mi mujer, "hacé la diferencia" para que tu hija pueda ser aún más libre y feliz de lo que sos vos.
Te mando un saludo!

Anónimo dijo...

Esas son las parejas de nuestras madres, la mia es igual.
No sé si se dan cuenta que en su vida son la mujer de, la madre de, o lo que sea, pero creo que tampoco lo sufren. La que lo sufrió lo pudo cambiar, la que se quedó es porque en algun lugar está cómoda.
Hay que encontrar el equilibrio, de acuerdo a los criterios propios. Aunque despues tengas que escuchar a tu vieja decirte que sos una mala madre!
Con el correr de los años, y cuando los chicos ya son enormes, te das cuenta que hiciste bien!
un beso

MM dijo...

Lo que me enferma es que las obras sociales no te dejen elegir terapeuta. Es una burrada monstruosa. Puedo ir a cualquier dentista pero no contarle mis problemas a un tipo que me caiga bien?

Que se vayan a cagar!


Saludos!