martes, 23 de junio de 2009

heavy

Ayer salí de la psico feliz, no porque me haya dado la receta para mi felicidad ni nada por el estilo, sino porque siento que la mina es muy capaz y que si logro no esconderme demasiado y rechazo las ganas de rajar y faltar y esas cosas que me agarran, puede que me ayude a llegar al meollo del asunto (que ya sé que son los padres, siempre lo son)
Llegué a casa, y la nena estaba contenta y jugando tranquilo, vino corriendo al grito de "Vino mamaaaaaa", que lo hace siempre y siempre me emociona...
Comimos, rico y temprano... me funcionaron las amenazas y las negociaciones relativamente fácil y rápido y la peque comió y todo...
Ahí es cuando recuerdo que tengo ganas de tener un bebé... y me imagino a los Ingalls, pero con microondas y DVD

Después, debacle total... no quiso acostarse, ni en su cama, ni en la mía ni el piso ni ni ni

Terminó llorando en el sillón, mirando una película... y claro, no sé a que hora se durmió y esta mañana se vino el gran show, no... perdón, El Gran Show, con mayúsculas... no quiere sacarse el piyama, ni ponerse la ropa del jardín, llora, patea, grita (todavía ni son las 7 y ya los vecinos me odian, la nena me odia, yo me odio)

No es la vida que quiero. Quiero poder decir, hoy nos quedamos y listo, quiero abrazarla y quedarme mirando Toy Story, a ver qué le pasa a Woodie y a Buzz, quiero desayunar rico y no esa media taza de café con leche frío, quiero poder limpiar mi casa y no dejar esa maraña de toallas, camas sin hacer y nervios destrozados

No me gusta sacarme y ponerme violenta: no me gusta hablarle bajito apretando los dientes, no me gusta vestirla a la fuerza ni soporto su carita después de la crisis de nervios, cansada, mojada...

Y entonces vuelvo al primer párrafo y pienso que tendrá que hablar mi hija con su psicóloga dentro de 30 años, y me muerdo por no llorar porque estoy en el trabajo, porque no tengo maquillaje para tapar los rastros de una crisis post parto tardía

Busco, leo, escucho... muchos sobre todo muchas pasan por lo mismo: el tironeo trabajo-casa, el pasar de ser uno a ser dos, a ser tres... los terribles dos... se supone que la mayoria de los chicos lo pasan, que son todos iguales, pero no son iguales. Esta es mía. Es mi nenita y tengo que vestirla de prepo y verle los ojitos llorosos al bajarme del auto, no es lo mismo... me cago en la psicologia, la culpa y la madre que me pario.

Plata, plata, plata, puta plata... todo pasa por ahi, ya no me importa el desarrollo profesional, la historia feminista y los años de estudio. Trabajo porque necesito vivir, necesito terminar la puta casa y sacarme de encima a la inservible de la arquitecta que se equivoca con las medidas y todo se atrasa 2 meses porque no sabe sacar las medidas de los pisos y después me manda a los albañiles a limpiar el patio cuando adentro faltan 3 mil cosas por hacer, ensima me ningunea y trata todo con mi marido. Si no faltara tan poco la rajaría a la bosta.

Tendría que avivarme, filmarme en medio de un pete, subirlo y listo! Me pongo las plumas y gano plata por mostrar el culo. Aunque si tengo que entretener a Sofivich prefiero juntar cartones en patas en pleno invierno... mejor sigo así... contando las horas para ver a mi chiquita, abrazarla y pedirle disculpas por no poder ser mejor

6 comentarios:

El gato vagabundo dijo...

Ay ay ay rusa... que decirte, mas que a mi tambien me pasa, que decirte, mas que "es una etapa de los chicos y ya va a pasar", pero va a venir otra, y otra, y otra.

Lo unico que podemos hacer(nos) es calmarnos, intentar sentir esos momentos lindos y no los de mierda. Es imposible para mi por lo menos, ahora. Pero se que en algun momento pude.

Si, estaría buenisimo pegarla en algo y tener la suficiente tranquilidad económica como para decir "hoy no me quiero levantar y se van todos al carajo".

Pero, hasta que no nos filmen tirandole la goma a un famoso y hasta que no tengamos el culo perfecto... tendremos que conformarnos con la idea de que, al menos cuando llega la noche, no matamos a nadie y no nos busca la policía.

A la arquitecta, simple. Decile "podes ser arquitecta, pero igual seguis siendo una inútil". Listo. Va a querer terminar rapido para no soportar mas de esas verdades.

Canoso dijo...

Con las disculpas pertinentes que debo pedirte de antemano por opinar sobre un tema tan delicado y además, con el agravante de ser hombre y entender poco algunas cosas inherentes a las mujeres, creo que debés contar hasta cien o mil antes de que te invada la culpa.
Todos sabemos que hay determinadas cosas que uno hace con sus hijos que interiormente nos producen "cosita" pero la verdad, es que son estrictamente necesarias.
La Rusa es con su hija, ante todo, mamá.
Puede ser amiga, compañerita de juegos, etc, etc pero por sobre todos estos roles, es fundamentalmente mamá. Y ser madre o padre significa "educar" y parte de la educación es la socialización del niño.
Nuestros hijos son "Lo Más Grande" (como decís vos, con mayúsculas)y por ellos daríamos la vida pero menudo favor les haríamos si no les marcamos los límites que corresponden porque tarde o temprano, si no lo hacemos nosotros, lo harán los de afuera sin la paciencia y el amor que nosotros sí les tenemos.
Siempre decimos que esta sociedad nos parece insensible y egoista.
Una sociedad insensible y egoista está compuesta por hombres y mujeres insensibles y egoistas que antes fueron niños insensibles y egoistas...
Es preferible que dentro de treinta años tu hija vaya al psicólogo por problemas con la arquitecta que se equivoca en las medidas de su casa y no diciendo que el mundo es una mierda porque no puede adaptarse a él y culpando a sus padres por ello.
Perdón nuevamente por mi opinión, lejos está en mí decirte qué debés hacer y qué no. Yo tengo mis propios bolonquis con mi hijo pero trato de no perder de vista ese norte. A veces me sale, a veces, no...
Afectuosamente suyo,
Carugo

Maria dijo...

acabas de descriibir mis dias, mi lunes a viernes. empezar con llantos, gritos (de ambas partes), y pataleos (de vez en cuando me sacude una patada en la teta) por vestirse, por la leche, por peinarse, por bajar, por la tele, por salir, por todo bah.
terminamos el dia llorando, gritando y pataleando, sin querer subir las escaleras para ir al dormitorio, ni quedarse abajo, ni nada. El sueño y el gataflorismo en mi hija van juntitos.
Me planteo lo mismo que vos a diario, pero siempre siempre la termino (o empiezo) cagando a pedos, no lo puedo evitar, con ese escandalete que se manda agota los dos gramos de paciencia que tengo.
No se si te sirve de algo, pero por lo menos, mal de muchos...

María Pía dijo...

No, boluda, pará no podés decirme esto a mí, así con tanta crudeza, con tanta crueldad. Justo hoy. Hoy no pensé en matarme, pero la idea vino a golpear la puerta y anduvo vaga, como un fantasma nublado, rondando.
Te lo juro.
Me preocupa. Es grave. Muy.

UNa sensación de hueco eterno que te invade y sonaste, nada te lo llena, sos sólo un recipiente, un contenedor lleno de restos.

Estoy muy triste.
Ya no me levanto por mí, me levanto por miniña, no merece cosas acabadas sino buenos comienzos, auguriosos por lo menos, pero, ya ves...

Tal vez tendría que haber sido un poco más alentadora contigo, pero no puedo.

Anónimo dijo...

Sobretodo, no le pidas perdón, porque eso no va. Y a pesar de sus dos años, en cuanto sepa que algo te pone mal, lo maneja.
No sé como lo hacen, porque parecen tan chiquitos y inocentes, pero es así.
Y si te hace un berrinche a la mañana, no es para pedirle perdón, porque lo que sigue es el berrinche de todos los dias.

para tu consuelo, dentro de muchos años, cuando hables de esto con tu hija, se van a reir, ella y vos.

te cuento una: todas las tardes, al volver yo del trabajo, mi hija me esperaba con cara llorosa diciendo que los hermanos le habian pegado. Y claro, yo los cagaba a pedos a ellos, como le pegan a ella que es la mas chiquita?
hoy, me enteré, y reconocido también por ella, que era mentira, que ella los molestaba hasta que ellos la surtían, y despues se pasaba la tarde muy como si nada hasta que yo llegaba, ahi ponía cara de pobrecita yo y me presentaba las quejas acusando a los hermanos.
Hoy nos reimos todos.
No le aflojes, no es por esto que va a ir al sicologo.
relajate, estas haciendo lo mejor que podes por ella, tampoco es facil para vos....agarrate con la arquitecta, esa si que es una forra!!!!
beso

Gran Lady dijo...

Leí todo lo que escribiste, y parecía como si alguien estuviera relatando mis mañanas. ¿Por qué ella tiene que hacer el sacrificio de levantarse temprano y salir al frío? Si a los cuatro años (y a los 36 también) no hay nada más lindo que quedarse en la cama en invierno. ¿Por qué mi hija tiene una madre gritona, que la apura, que no la deja tomarse el nesquiq en paz, que en vez de trencitas muchas veces le hace una colita a las apuradas? ¿por qué me la paso llorando? A mi ahora, en este punto, también me importa un cuerno el desarrollo profesional, trabajo porque lo necesito. Cuando me agarran los ataques, me engaño a mi misma pensando "es bueno que vaya al jardín, para que sociabilice". Sociabilizar las pelotas! Empezó a los cuatro meses, que joder! Hace tres años y medio que viene madrugando, vistiéndose a los pedos, desayunando cualquier cosa. No sabés cómo te entiendo. No sabés lo que daría por poder hacer como mis abuelas, y a la mierda el feminismo y la liberación y todo eso. Y hace poco leí en una nota que, cuando luchamos por la liberación de género, no tuvimos en cuenta que nosotras ibamos a salir a trabajar afuera, pero ELLOS no iban a trabajar adentro. Perdón por la extensión del comentario, pero realmente tocaste algo muy profundo para mí. Saludos.